Cualquier operación de compraventa conlleva una serie de gastos de notaría, y aunque puede ser lógico pensar que es el comprador quien debe hacer frente a estos gastos, la legislación no es tan contundente y dependerá de lo que acuerden las partes.
El artículo 1455 del Código Penal dictamina que los gastos de otorgamiento de escritura serán de cuenta del vendedor y las de la primera copia las demás posteriores a la venta serán de cuenta del comprador salvo pacto en contrario, por tanto, la normativa deja margen para el pacto y también puede depender según la Comunidad Autónoma en la que nos encontremos.
Los gastos de notaría dependen directamente del valor asignado a la vivienda aunque hay que tener en cuenta que la escritura en una compraventa, suele ser más barata que la correspondiente a una hipoteca. Por lo general, para hacernos una idea, esto es lo que suelen costar los trámites notariales:
- Gastos de notaría: que se producen cuando se tiene un otorgamiento de escritura pública de compraventa, que están fijados en una normativa que regula los aranceles notariales y cuya cuantía depende del importe del inmueble. En España, los notarios aplican un arancel fijo, eso quiere decir que se paga lo mismo por los mismos servicios, en este caso de otorgamiento de escritura pública, los precios varían entre los 600€ y los 875€, dependiendo del precio del inmueble.
- Gastos de Registro de la Propiedad: esta cuantía corresponde con la inscripción de las escrituras tras la firma del notario y oscila entre los 400€ y los 600€.
La compra de una vivienda es una transacción importante y por lo tanto hay que acudir a un notario antes de hacer cualquier trámite, ya que de este modo tendremos asesoramiento sobre todo los pasos que hay que tener en cuenta para comprar la vivienda con las máximas garantías.
